Para varios expertos psicólogos y sociólogos, que las niñas reproduzcan imágenes o comportamientos desacordes con su edad depende de los siguientes factores:
– Incumplimiento del horario de protección infantil de los medios
– Contenidos de las revistas, programas y series de televisión para adolescentes
– Estereotipos de niñas y adolescentes que se difunden desde los vídeos musicales e internet
– Tendencias de la moda infantil
– Influencia de padres y madres
Aunque acabar de repente con la sexualización de la infancia es algo realmente difícil, está en manos de los adultos el proteger a los menores de este fenómeno.
Aunque erradicar de manera abrupta la sexualización de la infancia es un desafío considerable, los adultos tienen la responsabilidad de proteger a los menores de este fenómeno. Esto implica revisar nuestros propios razonamientos y valores, ya que estos son los que transmitimos a los más jóvenes. Eliminar aquellos valores o prácticas que puedan contribuir a la sexualización infantil facilitará la tarea de educar a los niños.
DOSIS PARA LA PREVENCIÓN DE LA HIPERSEXUALIZACIÓN DE MENORES DE EDAD |
Además de examinar nuestros propios valores, es crucial educar a los niños en valores más humanos, centrados en el respeto y el valor de la persona más allá de su apariencia física.
Es esencial promover una educación sexual que no se centre únicamente en la información sobre la sexualidad, sino que también fomente el pensamiento crítico y la autonomía en los niños.
Es importante abogar por la regulación de contenidos sexuales en los medios de comunicación, como la publicidad, la televisión y la música, así como en las marcas de moda.
Además, es fundamental enseñar a los niños a ser críticos frente a los mensajes mediáticos, desarrollando su capacidad de discernimiento y su comprensión de la sociedad en la que viven.
Trabajar en la autoestima de los menores es esencial. Utilizar técnicas y herramientas para fortalecer su autoconcepto de manera integral, considerando aspectos más allá de lo físico, es fundamental para su desarrollo saludable.
Finalmente, es crucial que los adultos sirvan como modelos a seguir que no fomenten la sexualización en edades tempranas. Los niños aprenden a través de la imitación, por lo que es esencial que tengan modelos positivos que promuevan valores y comportamientos saludables.