La APA (2007) señala las siguientes consecuencias de que una niña sea sexualizada o se muestre con apariencia sexualizada:
También parece que la industria de la moda induce a comprar un tipo de ropa y a reproducir un estilo de vida que no es propio de los niños. Además, se ha confirmado el avance de la oferta de ropa de niñas claramente sexualizada y su influencia en el desarrollo de una visión cosificada de ellas mismas . Así, Euromonitor (2015) destaca el auge de la moda mini-me por la que madres e hijas se visten igual.
Los resultados que se recogen diversas investigaciones, como la de Grande-López (2019, Universidad de Cádiz) destaca:
– Insatisfacción corporal
A un 39% de niñas de 7 y 10 años no les gusta su cuerpo.
A un 40% de preadolescentes no les gusta su cuerpo.
A un 53% de las adolescentes de 13 años no les gusta su cuerpo.
A un 78% de las adolescentes de 17 años no les gusta su cuerpo.
Un 50% de niñas de 7 y 10 años consideran que la apariencia física es lo más importante.
– Trastornos alimenticios por preocupaciones de peso
Un 65% de adolescentes y mujeres adultas reconocen haber padecido o padecer algún trastorno alimenticio.
Un 70% de pre adolescentes reconocen modificar sus hábitos alimenticios por no sentirse bien con su físico.
– Influencia de los medios en la idealización de la belleza
Un 35% de niñas entre 11 y 21 años sufren presión por querer parecer perfectas en internet.
Un 50% de preadolescentes no se gustan cuando se ven en fotos
Un 25% de niñas de 7 a 10 años se sienten presionadas por deber tener un cuerpo “perfecto”.
Un 69% de preadolescentes y adolescentes reconocen que las revistas de moda las influyen.
Un 47% de preadolescentes y adolescentes reconocen que los medios las influyen para perder peso.
Un 40% de preadolescentes y adolescentes prefieren una imagen natural sin retocar.
Un 69% de mujeres y un 65% de niñas creen que la belleza que se proyecta a través de los medios no es auténtica