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El maltrato infantil es una problemática grave que afecta a millones de niños y niñas en todo el mundo. La detección temprana y la intervención adecuada son cruciales para mitigar los efectos perjudiciales a largo plazo en las víctimas. En especial, las consecuencias derivadas del abuso sexual infantil, constituido como una de las tipologías del maltrato infantil, pueden ser múltiples y variadas, además de poder afectar a los/las menores de edad tanto a corto como a largo plazo. 

El abuso sexual infantil (ASI) sigue constituyendo un tema considerado tabú en amplios sectores de la sociedad, pese a esto, su existencia es innegable y constituye una de las mayores problemáticas a las que se pueden ver expuestos los menores, independientemente de la clase social a la que pertenezcan, la edad o la procedencia del agresor.

La escuela es el lugar en el que más tiempo pasan a lo largo del día los menores de edad, por lo que tratar de elaborar un plan de detección y acción para que puedan llevarse a cabo las medidas pertinentes ante este tipo de casos, lo consideramos crucial.

El profesorado, al estar en contacto diario con el alumnado, está en una posición privilegiada para identificar signos de abuso y actuar en consecuencia. Los profesionales del ámbito educativo pasan una cantidad significativa de tiempo con los niños y niñas, muchas veces más que cualquier otro adulto fuera del hogar. Esta interacción diaria permite:

  • Observación directa: les permite observar cambios en el comportamiento, el estado emocional y el rendimiento académico de los alumnos/as.
  • Relaciones de confianza: el alumnado puede sentirse más cómodo con sus maestros/as que con otros adultos, debido a la relación de confianza que se desarrolla en el entorno escolar.

El profesorado tiene una responsabilidad ética y, en muchos lugares, una obligación legal de reportar sospechas de abuso:

  • Protección de los Derechos del Niño: el personal docente debe ser defensor del bienestar de los niños y niñas, y la capacitación les proporciona las herramientas necesarias para cumplir con esta responsabilidad.

  • Cumplimiento de la Ley: En muchos países, el profesorado es “mandated reporters,” lo que significa que están legalmente obligados a reportar cualquier sospecha de abuso infantil. La formación les ayuda a entender estas obligaciones y cómo cumplirlas adecuadamente.

Realizar un curso online sobre la detección de abuso sexual infantil es una medida educativa esencial para empoderar al personal docente con el conocimiento y las herramientas necesarias para abordar esta problemática de manera efectiva.

Parte de la motivación del presente curso nace en base a la experiencia por parte del equipo de formadores de la Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres en el trabajo de sensibilización para la prevención y detección de la violencia de género en adolescentes, en concreto a través del taller para la consecución de relaciones sexo afectivas saludables. 

En este sentido, el equipo de formadores ha detectado casos de violencia sexual a través de cuestionarios previos dirigidos al alumnado entre 13 y 16 años de edad con información básica sobre qué es la violencia sexual y si se ha vivido o conocido alguna experiencia en primera o tercera persona. Por tanto, consideramos fundamental aportar herramientas para un correcto abordaje de la violencia sexual y el abuso infantil desde los centros educativos y el personal docente, como agentes imprescindibles en la detección.

¿A quien va dirigido este curso?

La presente formación tiene como público principal el personal docente y/o con labores de orientación y organización de centros educativos. Con ello, se busca trasladar las nociones básicas y más relevantes relacionadas con el abuso sexual a menores, así como proporcionar herramientas enfocadas en la detección precoz e intervención y abordaje desde los centros educativos.

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